Eastern Europe and the right-wing wave: reasons, current situation and responses from the left (by OLEG VERNIK)

The tendency to strengthen right-wing and far-right forces in Eastern Europe has recently become very popular for both serious studies and countless, often unscrupulous, speculations on the topic. Therefore, it is very important for the socialist reader to delve deeper into this topic, to understand the reasons for the current …

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Солідарність профспілок України з профспілками та трудящими Аргентини!

Новий президент Аргентини Хав’єр Мілей і його правий уряд запустили пакет жорстких заходів проти робітництва та широких народних мас.  Він доповнюється репресивними заходами проти свободи вираження думок та атакою на профспілки. 

Щоб протистояти цьому, 24 січня 2024 року відбудеться загальнонаціональний робітничий страйк і загальнонародна мобілізація.

 Почалася важка боротьба, в якій ми, українські трудящі та їх бойові профспілки, на боці трудящих Аргентини.  Ми, в Україні, яка зіткнулася з російським імперіалістичним вторгненням, висловлюємо свою солідарність з аргентинськими братами та сестрами по робітничій та антиімперіалістичній боротьбі!

Ми солідарні з войовничим профспілковим рухом, з громадськими та політичними організаціями Аргентини, які вже 24 січня 2024 року оголосять страйк та вийдуть на вулиці країни.

Товариші, сили вам та рішучості у своїй боротьбі за трудові права! Робітничий клас єдиний і без кордонів! Українські профспілки разом з аргентинськими профспілками!

відкрито для підписання українськими профспілками та народними активістами:

Олег Верник, Голова Всеукраїнської Незалежної Професійної Спілки «Захист праці»

Олексій Кляшторний, Голова Центрального Координаційного Комітету Всеукраїнської профспілки «Народна солідарність», старший лейтенант ЗСУ за мобілізацією

Юрій Самойлов, Голова міської організації Незалежної Профспілки Гірняків міста Кривий Ріг

В’ячеслав Рой, Голова Федерації профспілок працівників малого та середнього підприємництва України

Філіпчук Дмитро, Голова Профспілки працівників галузі земельних відносин України

Agravamiento del conflicto en Donbass: intereses imperialistas y política de los trabajadores

Por Oleg VERNIK, presidente del sindicato independiente de Ucrania “Zakhist Pratsi”

La escalada mutua de tensión en torno a la situación en Donbass plantea una serie de preguntas a los trabajadores y activistas sindicales de Ucrania, a las que es bastante difícil dar una respuesta simple y completa. Sin embargo, la vida misma requiere de nosotros una pronta respuesta, un complejo y honesto análisis. Los siguientes aspectos son factores muy importantes para la formación de la política de los trabajadores.

Contexto ruso

El régimen de Vladímir Putin recibió un golpe bastante serio en su poder durante las recientes protestas masivas asociadas con el arresto de Alexei Navalny. La clase trabajadora de Rusia no se hace ilusiones sobre la personalidad de Navalny, pero participó activamente en las protestas callejeras. Hay que admitir que, en muchos aspectos, el miedo a un sistema autoritario represivo entre las amplias masas populares comenzó a desaparecer lenta pero seguramente. Cada vez más a menudo recibimos noticias de Rusia sobre protestas obreras que tienen un claro carácter social y de clase. Es cada vez más difícil para los liberales rusos mantener su dominio en el movimiento de protesta ruso, las voces de la clase trabajadora se escuchan cada vez con más claridad.

Las continuas sanciones económicas de Estados Unidos y la Unión Europea contra la Federación de Rusia arrojan a más y más segmentos de burgueses al descontento, desde los más grandes hasta los más pequeños, a la oposición al régimen oligárquico bonapartista de Putin. Y el apoyo cínico sin precedentes al presidente de Bielorrusia Alexandr Lukashenko, que falsificó abiertamente los resultados de las elecciones presidenciales, finalmente disipó las ilusiones sobre la formación de un nuevo eje geopolítico Moscú-Berlín-París. La política internacional catastróficamente infructuosa del imperialismo ruso no hizo más que exacerbar los flagrantes fracasos de su política interna.

Según el Banco Central de la Federación de Rusia, la inflación en el país alcanzó el 5,8% y se convirtió en un récord desde 2016. La inflación de los alimentos se ha acelerado casi tres veces durante los últimos 12 meses. Los precios de varios productos básicos clave (mantequilla, verduras, azúcar, huevos) casi se han duplicado. Los sectores industriales y de servicios prácticamente no recibieron apoyo del gobierno ruso durante la pandemia de COVID-19 y, como resultado esperado, todas sus cargas recayeron sobre los hombros de los propios trabajadores.

¿Necesita Putin, en esta situación catastrófica para él, una política exterior y una maniobra política asociada con la distracción de los trabajadores de Rusia de los problemas internos del país mediante la “protección armada de los habitantes de Donbass de los fascistas ucranianos”? ¡Nuestra respuesta es SI! Además, desde el punto de vista de esta política, al gobierno ruso no le importa en absoluto si comienza una guerra real o si todo se limitará a simplemente subir los tipos en la negociación inter imperialista. Se logrará el principal objetivo de Putin: ha distraído la atención de los rusos de los problemas internos del país haciendo ruido de armas cerca de las fronteras ucranianas y llamados cínicos al rescate de los residentes de Donbass de los “fascistas ucranianos atrincherados en Kiev”.

Contexto ucraniano

Ya es obvio para todos que la política extremadamente débil y contradictoria del presidente Volodímir Zelensky a principios de 2021 llevó a una caída aplastante en su calificación personal. Y si la calificación real de su partido “Siervo del Pueblo” a mediados de 2020 era luchar con confianza por el indicador del cero absoluto, su carisma personal de comediante conocido en el país salvó al nuevo gobierno por algún tiempo. Pero para febrero de 2021, este margen de seguridad obviamente se ha agotado por completo.

En el contexto de una larga guerra de posiciones con Rusia, Zelensky nunca pudo normalizar completamente las relaciones con los países de la Unión Europea y los Estados Unidos. El nuevo presidente de los Estados Unidos vio perfectamente todas las vacilaciones de Zelensky antes de las elecciones estadounidenses. Y, por supuesto, no escapó a los intentos del presidente ucraniano de ”sentarse en dos sillas”, especialmente en el contexto del inicio en Ucrania de un caso penal por corrupción en la firma Burisma, donde trabajaba Biden Jr. Desde su toma de posesión, Biden nunca (!) se ha puesto en contacto con el presidente ucraniano Zelensky, y solo la exageración en torno a un posible ataque ruso a Ucrania le hizo hacer una llamada de cortesía y hacer promesas de apoyo.

Al mismo tiempo, la dependencia de Ucrania de varios instrumentos del imperialismo occidental aumenta cada día. El Fondo Monetario Internacional, el Banco Europeo, varios políticos y empresarios afiliados a George Soros y otros actores financieros globales forman juntos el aparato del llamado “Control externo”. Durante el reinado del presidente Zelensky, el régimen de “Control externo” en Ucrania ya ha aprobado la ley sobre privatización de la tierra, la ley sobre el aumento de la edad de jubilación, la ley sobre la completa dependencia del Banco Nacional de Ucrania de las instituciones externas, y ahora está impulsando cambios anti laborales al Código Laboral, privando a la clase trabajadora de los mecanismos legales de lucha por sus derechos laborales y sociales. Cuando el imperialismo ruso usa el factor de la agresión armada directa y la anexión del territorio ucraniano para presionar a Ucrania, entonces el imperialismo occidental usa todo su arsenal de palancas económicas de estrangulamiento.

Desde fines del otoño de 2020, por primera vez en muchas décadas de su independencia, comenzó en Ucrania una ola masiva de movimiento de protesta social de los trabajadores contra un fuerte aumento de las tarifas de los servicios públicos asociado con los apetitos de los oligarcas ucranianos que controlan las empresas de energía. En muchas regiones de Ucrania, los trabajadores en protesta bloquearon carreteras y realizaron protestas masivas cerca de las oficinas de empresas privadas de energía y distribución. A finales de enero de 2021, la agenda social “¡Alto al genocidio arancelario!” finalmente prevaleció y el equipo de Zelensky se encontró en una situación extremadamente difícil. Los intentos de intimidar a los manifestantes por parte de los organismos encargados de hacer cumplir la ley y declararlos “agentes del Kremlin” solo intensificaron la negatividad y el odio en la conciencia masiva de los ucranianos hacia el poder de Zelensky.

¿Necesita Zelensky en esta situación catastrófica para él una maniobra política asociada con la distracción de los trabajadores ucranianos de los problemas internos y externos del país al pedir “repeler la agresión militar rusa contra Ucrania”? ¡Nuestra respuesta es SI! El reciente cierre de los canales de televisión del oligarca prorruso Medvedchuk y el avivamiento artificial de la histeria con una agenda patriótica, apunta inequívocamente al escenario deseado para Zelensky, asociado a la guerra de Donbass.

La probabilidad de guerra y la agenda de los trabajadores

Las autoridades ucranianas, al igual que las autoridades rusas, simplemente actúan en una imagen espejo entre sí. Sin embargo, la probabilidad misma de una guerra está lejos de ser cierta. A pesar de que 21 soldados ucranianos ya han muerto en Donbass desde principios de 2021, la probabilidad de que se inicie una fase caliente de la guerra sigue siendo muy incierta. Ambos lados del conflicto, así como los “representantes” prorrusos de las cuasi formaciones de la DPR / LPR, hacen declaraciones demostrativas que claramente apuntan a elevar las tensiones. De cara al mundo, Rusia conduce demostrativamente una gran cantidad de soldados y armas a sus fronteras occidentales con Ucrania. A su vez, Ucrania anuncia que está preparada para una movilización masiva y pone sus reservas militares en estado de preparación para el combate. Sin embargo, esta situación explosiva no tiene por qué resolverse necesariamente con una guerra sangrienta. También es posible que estemos ante la eventualidad de algún tipo de “acuerdo” inter imperialista global, por el cual todas las partes explícitas e implícitas del conflicto en Donbass están ahora subiendo las apuestas. Después de todo, ni una sola guerra en la historia de la humanidad comenzó con una exageración informativa intencionada sobre ella en todo el mundo y sus numerosos anuncios en la prensa mundial.

La clase trabajadora de Ucrania, por supuesto, es consciente de los verdaderos objetivos de los actuales “titiriteros de la guerra”. Cada vez menos confianza en él es provocada por los gritos histéricos del poder burgués ucraniano sobre la inevitabilidad de la guerra y la disposición del pueblo para otro autosacrificio masivo. Además, no encontrarás representantes de la burguesía y del aparato estatal al frente de la guerra con fuego durante el día. La carga principal de cualquier guerra recae sobre la clase trabajadora. La clase trabajadora ucraniana luchará constantemente contra la agresión imperialista rusa ¡pero nadie tiene el deseo de jugar con el imperialismo occidental tampoco! Nuestros lemas del momento son simples y obvios para todos los trabajadores ucranianos:

  • Imperialismo ruso ¡Fuera de Ucrania!
  • Trabajadores de Donbass, uníos a los trabajadores de toda Ucrania en una lucha anticapitalista única!
  • Imperialismo occidental ¡Fuera de Ucrania!
  • Abajo el capitalismo! ¡Viva el poder obrero!

13/04/2021

Donbas Conflict Deepens: imperialist interests and working-class politics

By Oleg Vernik, president of the All-Ukraine Independent Trade Union “Zakhist Pratsi”

The mutual escalation of tension surrounding the situation in Donbas poses a series of questions to the workers and union activists of Ukraine, to which it is quite difficult to give a simple and complete answer. However, life itself demands of us a prompt answer, a complex and honest analysis.  The following aspects are very important factors for the formation of the policy of the workers.

Russian context

The regime of Vladimir Putin received a quite severe blow to its power during the recent massive protests associated to the arrest of Alexei Navalny. The working class of Russia make are not deluded about Navalny’s personality but actively participated in the street protests. We have to admit that, in many aspects, the fear to a repressive authoritarian system among the broad popular masses has begun to disappear slowly but surely. More and more often we receive news from Russia about workers’ protests that have a clear social and class character. It is becoming increasingly difficult for Russian liberals to maintain their stranglehold on the Russian protest movement. The voices of the working class are being heard more and more clearly.

The ongoing U.S. and EU economic sanctions against the Russian Federation throw more and more segments of the bourgeoisie into discontent, from the largest to the smallest, into opposition to Putin’s bonapartist oligarchic regime. And the unprecedented cynical support for Belarusian President Alexander Lukashenko, who openly falsified the results of the presidential elections, finally dispelled illusions about the formation of a new geopolitical axis of Moscow-Berlin-Paris. The catastrophically unsuccessful international policy of Russian imperialism only exacerbated the glaring failures of its domestic policy.

According to the Central Bank of the Russian Federation, inflation in the country reached 5.8% and became a record high since 2016. Food inflation has accelerated almost three times over the past 12 months. The prices of several key commodities (butter, vegetables, sugar, eggs) have almost doubled. The industrial and service sectors received virtually no support from the Russian government during the COVID-19 pandemic and, as an expected result, all their burdens fell on the shoulders of the workers themselves.

Does Putin need, in this catastrophic situation for him, a foreign policy and political maneuver associated with distraction of the working people of Russia from the internal problems of the country by “armed protection of the residents of Donbas from the Ukrainian fascists”? Our answer is YES! Moreover, from the point of view of this policy, the Russian government does not care at all whether it starts a real war or whether everything will be limited to simply raising rates in the inter-imperialist negotiation. Putin’s main goal will be achieved: he has distracted the attention of the Russians from the internal problems of the country by making gun noises near the Ukrainian borders and cynical calls for the rescue of the residents of Donbas from the “Ukrainian fascists barricaded in Kiev”.

Ukrainian context

It is already obvious to everyone that the extremely weak and contradictory policy of President Volodymir Zelensky at the beginning of 2021 led to a crushing fall in his personal rating. And if the real rating of his party “Servant of the People” in mid-2020 was confidently fighting for the indicator of absolute zero, his personal charisma of a comedian known in the country saved the new government for some time. But by February 2021, this margin of safety has obviously been completely exhausted.

In the context of a long war of positions with Russia, Zelensky was never able to completely normalize relations with the countries of the European Union and the United States. The new U.S. president perfectly saw all Zelensky’s hesitations before the U.S. elections. And, of course, he did not escape the Ukrainian president’s attempts to “sit on two chairs”, especially in the context of the opening in Ukraine of a criminal case for corruption in the firm Burisma, where Biden Jr. worked. Since his inauguration, Biden has never (!) contacted the Ukrainian President Zelensky, and only the hype around a possible Russian attack on Ukraine made him make a courtesy call and make promises of support.

At the same time, Ukraine’s dependence on various instruments of Western imperialism increases every day. The International Monetary Fund, the European Bank, various politicians and businessmen affiliated with George Soros and other global financial players together form the apparatus of the so-called “External Control”. During the reign of President Zelensky, the regime of “External Control” in Ukraine has already passed the law on privatization of land, the law on raising the retirement age, the law on complete dependence of the National Bank of Ukraine on external institutions, and is now pushing through anti-labor changes to the Labor Code, depriving the working class of the legal mechanisms of struggle for their labor and social rights. When Russian imperialism uses the factor of direct armed aggression and annexation of Ukrainian territory to pressure Ukraine, then Western imperialism uses its full arsenal of economic levers of strangulation.

Since late autumn 2020, for the first time in many decades of its independence, a massive wave of social protest movement of workers began in Ukraine against a sharp increase in utility tariffs associated with the appetites of Ukrainian oligarchs who control energy companies. In many regions of Ukraine, protesting workers blocked roads and held mass protests near the offices of private energy and distribution companies. By the end of January 2021, the social agenda “Stop tariff genocide!” finally prevailed and Zelensky’s team found itself in an extremely difficult situation. Attempts to intimidate protesters by law enforcement agencies and declare them “agents of the Kremlin” only intensified the negativity and hatred in the mass consciousness of Ukrainians towards Zelensky’s power.

Does Zelensky need in this catastrophic situation for him a political maneuver associated with distracting Ukrainian workers from the internal and external problems of the country by calling for “repelling Russian military aggression against Ukraine”? Our answer is YES! The recent closure of pro-Russian oligarch Medvedchuk’s TV channels and the artificial stoking of hysteria with a patriotic agenda unequivocally points to the desired scenario for Zelensky, associated with the war in Donbas.

The likelihood of war and the workers’ agenda.

The Ukrainian authorities, like the Russian authorities, simply act in a mirror image of each other. However, the very likelihood of war is far from certain. Despite the fact that 21 Ukrainian soldiers have already died in Donbas since the beginning of 2021, the likelihood of a hot phase of war remains highly uncertain. Both sides of the conflict, as well as pro-Russian “representatives” of the DPR / LPR quasi-formations, make demonstrative statements that clearly aim at raising tensions. Facing the world, Russia demonstratively drives a large number of soldiers and weapons to its western borders with Ukraine. In turn, Ukraine announces that it is prepared for a massive mobilization and puts its military reserves in a state of combat readiness. However, this explosive situation need not necessarily be resolved by a bloody war. It is also possible that we are facing the eventuality of some kind of global inter-imperialist “agreement”, for which all explicit and implicit parties to the conflict in Donbas are now raising the stakes. After all, not a single war in the history of mankind began with an intentional worldwide news hype about it and its numerous announcements in the world press.

The Ukrainian working class, of course, is aware of the real aims of the present “war puppeteers”. Less and less confidence in it is provoked by the hysterical cries of the Ukrainian bourgeois power about the inevitability of war and the readiness of the people for another mass self-sacrifice. Moreover, you will not find representatives of the bourgeoisie and the state apparatus at the forefront of the daytime shooting war. The main burden of any war falls on the working class. The Ukrainian working class will constantly fight against Russian imperialist aggression but no one has the desire to play ball with Western imperialism either! Our slogans of the moment are simple and obvious to all Ukrainian workers:

  • Russian imperialism Out of Ukraine!
  • Workers of Donbas, unite with the workers of all Ukraine in a single anti-capitalist struggle,
  • Western imperialism Out of Ukraine!
  • Down with capitalism, Long live workers’ power!

Ucrania: ¡Paguen inmediatamente las deudas salariales a los mineros o váyanse!

La Carta Abierta del Sindicato Independiente Ucraniano «Protección del Trabajo» al Presidente de Ucrania Volodymir Zelensky, Ministro Interino de Energía de Ucrania Yuri Boyko, a los medios de comunicación y a todos los ciudadanos no indiferentes sobre la situación relacionada con la catastrófica deuda del Estado ante los mineros ucranianos que trabajan en las empresas públicas.

Estimados Señores,

Por el momento, no tenemos la intención de averiguar quién es el culpable de la situación que ha surgido en las empresas públicas de la industria del carbón con respecto a un prolongado atraso en el pago de los salarios de los mineros ucranianos. Somos plenamente conscientes de que la culpa de esto recae sobre el sistema que se ha formado en nuestro país durante las últimas décadas, lo cual resulta en una humillante actitud de los funcionarios hacia los mineros y hacia su trabajo. La política actual del gobierno hace todo lo posible y lo imposible para destruir por completo la extracción de carbón por el Estado ucraniano, aumentar como sea su coste, reemplazar en el mercado interno el carbón doméstico ucraniano con el polaco o ruso. Sabemos muy bien en beneficio de quiénes se implementa esta política. Pero los mineros de Ucrania aún no han dicho su última palabra.

Hasta la fecha, la deuda oficial ante los empleados de las empresas de carbón de propiedad del Estado ha alcanzado 1,89 mil millones de grivnias. Una situación catastrófica se observa también en aquellas empresas donde se han formado y operan para proteger a los mineros ucranianos las organizaciones sindicales de los mineros como la VNPS «Protección del Trabajo», la Empresa Pública «Volynvuhilla» y la Empresa Pública «Selidivvuhilla». En particular, la deuda ante los mineros de la EP «Selidivvuhilla» ya alcanza 301 millones de grivnias, los atrasos salariales en la EP «Volynvuhilla» ya son de 92.400.000 grivnias.

Los mineros de nuestro sindicato ya desde hace mucho han estado indignados por la gestión y el uso ineficaces de los fondos para la reparación y modernización de los equipos mineros, así como por el robo de los fondos de las empresas públicas. A pesar de las numerosas promesas de las autoridades, la institución de los «supervisores» de la industria minera nunca fue liquidada. Cambian las caras de los jefes públicos de la industria del carbón, mientras que el trabajo de los mineros se hace cada año más ignorado por el propio Estado. Aun las recientes promesas de parte de los funcionarios del gobierno de ajustar cuentas con los mineros dentro de unos días han resultado ser nada más que una mentira motivada por el deseo de detener nuestras acciones justas de protestas de los mineros a todo costo.

Las familias de los mineros se limitan en todo. Ni siquiera hay dinero para una comida digna para las esposas e hijos de los mineros. Muchos meses de atrasos en el pago de los salarios nos destruyen físicamente a nosotros, destruyen nuestras fuerzas, nuestra capacidad para la producción del carbón y nuestra capacidad para resistir la política antipopular y antiminera de nuestro gobierno.

NUESTRAS REIVINDICACIONES son simples y comprensibles A TODAS PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD:

– Pagar inmediatamente todos los salarios atrasados a los mineros.

– No cerrar en ningún caso las minas y las empresas mineras de carbón de la EE «Selidivvuhilla» y EE «Volynvuhilla».

– Tirar de una vez a todo tipo de «supervisores» fuera de las minas.

– Acabar con el robo incontrolado del dinero de los mineros por parte de los funcionarios y administradores.

– Prevenir los despidos de los mineros debido a los obvios defectos en la gestión de la industria y en la política de cuadros del Ministerio correspondiente.

– Prevenir la desconexión de las empresas mineras del suministro eléctrico.

– Proporcionar la financiación por parte del gobierno para el desarrollo de las empresas públicas de carbón en las regiones de Donbass y Volyn.

– Asegurar el control directo por parte de los sindicatos mineros sobre los fondos públicos destinados para la industria del carbón de Ucrania.

– ¡Ninguna resolución relacionada con cuadros o finanzas en la industria minera sin aprobación de todos los sindicatos mineros!

17/12/2020

Presidente del Comité Sindical de la Organización Sindical «Protección del Trabajo» en la «Selidivvuhilla»

Stanislav I. Rozhkov

Presidente de la Organización Sindical de Base del Sindicato Independiente Ucraniano «Protección del Trabajo» en la subdivisión autónoma de la Mina «Buzhanska» de la empresa pública «Volynvuhilla»

Viktor A. Smarsh

Presidente del Sindicato Independiente Ucraniano «Protección del Trabajo»

Oleg I. Vernik

Oleg Vernik: Lo sciopero dei minatori di Krivoy Rog

Dichiarazione di Oleg Vernik, presidente del membro del PI Zakhyst Pratsi, sugli scioperi dei minatori in corso in Ucraina.

Mentre vengono scritte queste parole, 22 coraggiosi minatori della miniera di Oktyabrskaya a Krivoy Rog rimangono in sciopero sottoterra.

Centinaia dei loro compagni – comprese le donne – di varie miniere sono risaliti in superficie. Le loro richieste sono state soddisfatte solo in parte, ma rimangono impegnate nella loro lotta. Ci attendono nuove, disperate battaglie contro il capitale e per una vita dignitosa per i lavoratori ucraini. Per la prima volta nella storia del nostro paese, siamo testimoni di lotte di lavoro e di solidarietà di questa portata.

Il 3 settembre 2020 i minatori dello Stabilimento Minerario di Ferro Krivoy Rog (KZhRK), gestito congiuntamente dagli oligarchi in conflitto Rinat Akhmetov e Igor Kolomoisky, non sono risaliti in superficie. I lavoratori chiedevano un miglioramento delle condizioni di lavoro e un aumento dei salari che la direzione ha deciso di tagliare mesi prima dell’inizio delle proteste. Dall’8 settembre le miniere “Oktyabrskaya”, “Rodina”, “Ternovskaya” (ex “Miniera Lenin”) e “Gvardeyskaya” sono in sciopero. Per tutto il mese di settembre, 393 minatori sono rimasti sottoterra per protesta. Molte di loro erano donne.

Questo sciopero dei minatori è unico nella storia dell’Ucraina moderna. È uno dei primi a riunire le lotte dei minatori e dei lavoratori di altre industrie. In particolare, i lavoratori delle ferrovie del deposito delle locomotive di Krivoy Rog hanno sostenuto la lotta dei minatori con il loro “sciopero bianco”. Gli attivisti del sindacato indipendente dei lavoratori delle ferrovie hanno individuato problemi tecnici in decine di locomotive e si sono rifiutati di lavorarci. Il 27 e 28 settembre, circa 10 locomotive non hanno mai lasciato il deposito delle locomotive di Krivoy Rog – una potente dimostrazione di solidarietà con i minatori in sciopero del KZhRK. Lavoratori delle ferrovie hanno partecipato ad azioni di solidarietà in luoghi anche lontani da Krivoy Rog, tra cui Nikopol e Nizhnedniprovskiy Uzel.

La protesta dei minatori di Krivoy Rog si è scatenata a causa dei cambiamenti nella struttura salariale degli impiegati. Una volta il salario dei minatori veniva pagato all’ora, tenendo conto di tutto il tempo speso sottoterra. Recentemente, i salari sono stati legati alla produzione, e gli stipendi sono calati drasticamente: le attrezzature antiquate delle miniere si guastano regolarmente, e gli operai non sono più pagati per ripararle. Ma anche le condizioni generali di lavoro hanno giocato un ruolo importante. I minatori affermano che le attrezzature delle miniere sono in uso da oltre 30 anni, con notevoli impatti negativi sulla salute e sull’ambiente di lavoro. Secondo i difensori dei diritti umani, un lavoratore è morto in una miniera di KZhRK nell’aprile 2020. Un tribunale ha ammesso in seguito che il decesso è stato causato dalle cattive condizioni tecniche delle attrezzature. Infine, il rischio di perdere il diritto alla pensione ha dato ulteriore impulso agli scioperi. Secondo i minatori, più di quattromila lavoratori non avranno diritto a una pensione preferenziale. E la riforma delle pensioni dell’Ucraina, adottata diversi anni fa, ha colpito in modo particolarmente duro le minatrici. Invece di un possibile pensionamento a 45 anni, dovranno lavorare per almeno altri cinque anni in più.

Molti dei principali media ucraini hanno prestato particolare attenzione alla richiesta degli scioperanti di sostituire i vertici dello Stabilimento Minerario di Ferro Krivoy Rog. Ho già scritto che la KZhRK è di proprietà congiunta di due oligarchi ucraini concorrenti – Kolomoiskiy e Akhmetov – che hanno quote uguali nel business. Kolomoysky ha formalmente trasferito la sua quota ad un altro oligarca, Yaroslavsky, ma gli esperti ritengono che la gestione di KZhRK sia ancora assegnatada Kolomoysky. Molti hanno ipotizzato, speculando sulla richiesta di sostituire i vertici della miniera, che gli scioperi siano parte di un complotto di Akhmetov per ottenere il controllo totale dello Stabilimento Minerario di Ferro Krivoy Rog.

Questa teoria del complotto ignora il potere emerso dal movimento di protesta di massa dei lavoratori. Un tale movimento è pericoloso per l’oligarchia ucraina in generale. Qui, proprio sotto agli occhi di un movimento operaio di massa, la classe dirigente si sta consolidando; solo il lavoro organizzato di massa può distruggere il modello di capitalismo oligarchico ucraino. Questo è il motivo per cui non è il conflitto tra oligarchi ucraini ad essere importante per la nostra analisi della situazione, ma il livello di organizzazione e le attività del movimento democratico dei lavoratori, abbracciato dai sindacati indipendenti in tutta l’Ucraina.

Krivoy Rog è il luogo di nascita dell’attuale presidente dell’Ucraina, Volodymyr Zelensky, che ha ricevuto dagli elettori un sostegno record alle elezioni presidenziali e parlamentari nella sua città natale. I minatori di Krivoy Rog hanno avuto motivo di contare sul sostegno di Zelenskyi per le loro richieste. Tuttavia, sia Zelensky che l’ufficio del Presidente hanno preso le distanze dai minatori. Durante gli incontri tra i minatori in sciopero e i membri del Parlamento del partito Servitore del Popolo di Zelensky, ai minatori è stato chiesto di esprimere la loro sfiducia nei confronti dei leader sindacali, che avevano dato il via allo sciopero.

Inoltre, le autorità ucraine non hanno intrapreso alcuna misura per proteggere i minatori in sciopero dalla repressione da parte dell’amministrazione dello Stabilimento Minerario di Ferro Krivoy Rog. L’amministrazione del KZhRK ha iniziato a pubblicare sui social network i dati personali dei minatori in sciopero sottoterra e, secondo le informazioni del deputato ucraino Mykhaylo Volynets, l’appartamento di uno dei minatori in sciopero sotterraneo è stato svaligiato. “In realtà, i vertici dello stabilimento hanno agito legittimando i ‘domushniki’ (scassinatori)”, ha detto Volynets.

“I lavoratori che sono sottoterra sentono una pressione fisica e morale disumana… Ma si presume che il presidente debba affrontare una pressione ancora maggiore da parte degli oligarchi”. Penso che entrambi i proprietari gli stiano chiedendo di non interferire nella situazione, perché questo dimostrerebbe che i manifestanti hanno ragione, e la situazione cambierebbe in modo significativo”, dice Vitaliy Dudin, capo del dipartimento legale del sindacato indipendente ucraino “Zakhyst Pratsi” (“Protezione del lavoro”).

La situazione si sta sviluppando in modo dinamico e ogni giorno porta nuove notizie. Ma il fatto che lo sciopero dei minatori di Krivoy Rog sia risuonato in tutto il mondo ci entusiasma e ci incoraggia. Ogni lotta di classe dà ai lavoratori ucraini un’esperienza inestimabile. La solidarietà globale dei lavoratori non è più un ideale astratto, ma una realtà molto concreta per i lavoratori ucraini. I lavoratori ucraini ringraziano i loro compagni e le loro compagne di tutto il mondo per il loro sostegno senza precedenti. Ci sono ancora molte battaglie da affrontare per una vera democrazia e per i diritti dei lavoratori. Queste battaglie sono state, sono e saranno sempre internazionali.

https://progressive.international/wire/2020-10-06-the-krivoy-rog-miners-strike-the-workers-cannot-be-broken/it

Oleg Vernik: La huelga de lxs minerxs de Krivoy Rog

Mientras se escriben estas líneas, 22 valientes minerxs de la mina Oktyabrskaya en Krivoy Rog continúan en huelga bajo tierra. Cientos de sus camaradas de distintas minas, incluyendo mujeres, ya han salido a la superficie. Sus demandas han sido solo parcialmente satisfechas, pero ellxs permanecen comprometidxs con su lucha. Se …

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Oleg Vernik : La grève des mineurs de Krivoy Rog



Déclaration d’Oleg Vernik, président de Zakhyst Pratsi, membre de l’IP, au sujet des grèves des mineurs en cours en Ukraine.

Au moment où ces lignes sont écrites, 22 courageu·ses·x mineurs de la mine Oktyabrskaya à Krivoy Rog sont toujours en grève souterraine.
Des centaines de leurs camarades de diverses mines, dont des femmes, sont déjà remonté·e·s à la surface. Leurs demandes n’ont été que partiellement satisfaites, mais les mineurs restent engagé·e·s dans leur lutte. De nouvelles batailles urgentes les attendent, contre le capital et pour que les travailleur·euse·s ukrainien·ne·s mènent une vie décente. Pour la première fois dans l’histoire de notre État, nous assistons à une lutte ouvrière et à un élan de solidarité de grande ampleur.
Le 3 septembre 2020, les mineurs de l’usine de minerai de fer de Krivoy Rog (ZhRK, Krivoy Rog Iron Ore Plant), dirigée conjointement par les oligarques rivaux Rinat Akhmetov et Igor Kolomoisky, ne sont pas remonté·e·s à la surface. Les travailleur·se·s exigeaient des salaires plus élevés, que la direction avait décidé de réduire quelques mois avant les manifestations, et de meilleures conditions de travail. Depuis le 8 septembre, les mines « Oktyabrskaya », « Rodina », « Ternovskaya » (anciennement « Mine Lénine »), et « Gvardeyskaya » sont en grève. Tout au long du mois de septembre, 393 mineurs, dont de nombreuses femmes, sont resté·e·s sous terre en signe de protestation.
Cette grève des mineurs est unique dans l’Ukraine moderne. Elle est l’une des premières à rassembler les luttes des mineurs et des travailleur·se·s d’autres industries. En particulier, les employé·e·s du dépôt de locomotives de Krivoy Rog ont soutenu la lutte des mineurs avec une « grève à l’italienne ». Les militant·e·s du syndicat indépendant des employé·e·s de chemins de fer ont identifié des problèmes techniques dans des dizaines de locomotives et ont refusé de les conduire. Les 27 et 28 septembre, une dizaine de locomotives n’ont pas quitté le dépôt de Krivoy Rog – une puissante manifestation de solidarité avec les mineurs en grève de KZhRK. Les employé·e·s ont également pris part à des actions de solidarité dans des lieux éloignés de Krivoy Rog, notamment à Nikopol et à Nizhnedniprovskiy Uzel.
La protestation des mineurs de Krivoy Rog a été déclenchée par des changements dans la structure des salaires. Les salaires des mineurs étaient autrefois payés à l’heure, en tenant compte de tout le temps passé sous terre. Récemment, les salaires ont été annexés àla production et ont fortement baissé ; les machines obsolètes utilisées dans les minestombent fréquemment en panne et les ouvrier·ère·s ne sont plus payé·e·s pour les réparer. Mais les conditions générales de travail ont également joué un rôle. Les mineurs affirment que l’équipement dans les mines est utilisé depuis plus de 30 ans, ce qui a des conséquences néfastes sur leur santé et leur environnement de travail. Selon les défenseur·se·s des droits humains, un·e travailleur·euse est mort·e dans une mine de KZhRK en avril 2020. Un tribunal a ensuite admis que le décès était dû au mauvais état technique des équipements. Enfin, le risque de perdre le droit à une pension a donné un nouvel élan aux grèves. Selon les mineurs, plus de quatre mille travailleur·euse·s n’auront pas droit à une retraite préférentielle. Et la réforme des retraites en Ukraine, adoptée il y a plusieurs années, a durement touché les femmes mineurs. Au lieu de pouvoir prendre leur retraite à 45 ans, elles devront travailler au moins cinq ans de plus.
De nombreux grands médias ukrainiens ont accordé une attention particulière à la demande des grévistes de remplacer la direction de l’usine de minerai de fer de Krivoy Rog. J’ai déjà écrit que KZhRK est la propriété de deux oligarques ukrainiens concurrents, Kolomoiskiy et Akhmetov, qui ont des parts égales dans l’entreprise. Kolomoysky a officiellement transféré sa part à un autre oligarque, Yaroslavsky, mais les expert·e·s pensent que la direction de KZhRK est toujours nommée par Kolomoysky.Àcause de l’attention donnée à la demande de remplacement de la direction de la mine, beaucoup ont supposé que les grèves faisaient partie d’un complot d’Akhmetov pour obtenir le contrôle total de l’usine de minerai de fer de Krivoy Rog.
Cette théorie de la conspiration méconnaît la puissance du mouvement de protestation ouvrière de masse qui a émergé. Un tel mouvement menace l’oligarchie ukrainienne dans son ensemble. Ici, face à un mouvement ouvrier de masse, la classe dominante se consolide ; seule la classe travailleuse organisée peut détruire le modèle ukrainien de capitalisme oligarchique. C’est pourquoi ce n’est pas le conflit entre les oligarques ukrainiens qui est important selon notre analyse, mais le niveau d’organisation et les activités du mouvement syndical démocratique, adopté par des syndicats indépendants à travers l’Ukraine.
Krivoy Rog est le lieu de naissance de l’actuel président de l’Ukraine, Volodymyr Zelensky, qui a reçu un soutien inégalé lors des élections présidentielles et parlementaires dans sa ville natale. Les mineurs de Krivoy Rog avaient des raisons de compter sur Zelenskyi pour soutenir leurs revendications. Cependant, tant Zelensky que le bureau du président ont pris leurs distances envers les mineurs. Et lors des réunions entre les mineurs en grève et les député·e·s du parti du « Serviteur du peuple » de Zelensky, les mineurs ont été appelé·e·s à exprimer leur méfiance à l’égard des dirigeant·e·s du syndicat, qui avaient lancé la grève.
De plus, les autorités ukrainiennes n’ont pris aucune mesure pour protéger les mineurs grévistes face à la répression de l’administration de l’usine de minerai de fer Krivoy Rog. L’administration de la KZhRK a commencé à publier sur les réseaux sociaux des données personnelles sur les mineurs en grève souterraine et, selon les informations du député ukrainien Mykhaylo Volynets, l’appartement d’un·e des mineurs en grève a été cambriolé. « En fait, la·le chef·fe de l’usine a servi d’artilleur·euse pour les ‘domushniki’ (cambrioleur·euse·s) », a déclaré Volynets.
« Les travailleur·euse·s qui sont sous terre ressentent une immense pression physique et morale… Mais l’on suppose que le président subit encore plus de pression de la part des oligarques. Je pense que les deux propriétaires lui demandent de ne pas intervenir dans la situation, car cela prouverait que les manifestant·e·s ont raison, et la situation changerait considérablement », a déclaré Vitaliy Dudin, le chef du département juridique du syndicat indépendant pan-ukrainien « Zakhyst Pratsi » (« Protection du travail »).
La situation évolue rapidement et chaque jour apporte son lot de nouvelles. Mais le fait que la grève des mineurs de Krivoy Rog ait trouvé un écho dans le monde entier nous inspire et nous encourage. Toute lutte des classes donne aux travailleur·euse·s ukrainien·ne·s une expérience inestimable. La solidarité mondiale des travailleur·euse·s n’est plus un idéal abstrait, mais une réalité très concrète pour les travailleur·euse·s en Ukraine. Celleux-ci remercient leurs camarades du monde entier pour leur soutien inédit. Il reste encore de nombreuses batailles à mener pour une véritable démocratie et des droits du travail. Ces combats ont été, sont et seront internationaux.
https://progressive.international/wire/2020-10-06-the-krivoy-rog-miners-strike-the-workers-cannot-be-broken/fr

Oleg Vernik: The Krivoy Rog miners’ strike

Statement from Oleg Vernik, Chairman of PI Member Zakhyst Pratsi, on the ongoing miners’ strikes in Ukraine.

As these lines are written, 22 brave miners of the Oktyabrskaya mine in Krivoy Rog remain on strike underground.

Hundreds of their comrades from various mines — including women — have already risen to the surface. Their demands have only been partially met, but they remain committed to their struggle. New, desperate battles lie ahead, against capital and for a decent life for Ukrainian workers. For the first time in the history of our state, we are witnessing labour struggle and solidarity on this scale.

On 3 September 2020, the miners of the Krivoy Rog Iron Ore Plant (KZhRK), run jointly by the conflicting oligarchs Rinat Akhmetov and Igor Kolomoisky, did not come to the surface. The workers demanded higher wages, which the management decided to cut a few months before the protests, and better working conditions. From 8 September, the “Oktyabrskaya”, “Rodina”, “Ternovskaya” (formerly the “Lenin Mine”), and “Gvardeyskaya” mines were on strike. Throughout September, 393 miners stayed underground in protest. Many of them were women.

This miners’ strike is unique in modern Ukraine. It is one of the first to bring together the struggles of miners and workers in other industries. In particular, railway workers from the Locomotive Depot in Krivoy Rog supported the miners’ struggle with their “Italian strike”. Activists from the Independent Railway Workers’ Union identified technical issues in dozens of locomotives and refused to work on them. On 27 and 28 September, about 10 locomotives never left the Locomotive Depot in Krivoy Rog — a powerful demonstration of solidarity with the striking miners of KZhRK. Railway workers also took part in solidarity actions in places far from Krivoy Rog, including in Nikopol and Nizhnedniprovskiy Uzel.

The Krivoy Rog miners’ protest was sparked by changes in the salary structure. The miners’ wages were once paid hourly, taking into account all the time that they spent underground. Recently, wages have been tied to production, and salaries have fallen sharply: the outdated equipment in the mines fails regularly, and workers are no longer paid for repairing it. But overall working conditions also played a role. The miners say that the equipment at the mines has been in use for over 30 years, with significant detrimental impacts on their health and work environment. According to human rights defenders, a worker died in a mine at KZhRK in April 2020. A court later admitted that this was due to the poor technical condition of the equipment. Finally, the risk of losing the right to a pension added further impetus to the strikes. According to the miners, more than four thousand workers will not eligible for preferential retirement. And Ukraine’s pension reform, which was adopted several years ago, hit female miners particularly hard. Instead of a possible retirement at 45, they will have to work for at least five years longer.

Many leading Ukrainian media outlets have paid particular attention to the strikers’ demand to replace the management of the Krivoy Rog Iron Ore Plant. I have already written that KZhRK is jointly owned by two competing Ukrainian oligarchs — Kolomoiskiy and Akhmetov — who have equal shares in the business. Kolomoysky formally transferred his share to another oligarch, Yaroslavsky, but experts believe that the management of KZhRK is still appointed by Kolomoysky. By focusing on the demand to replace the mine’s management, many have assumed that the strikes are part of a plot by Akhmetov to gain total control over the Krivoy Rog Iron Ore Plant.

This conspiracy theory ignores the power of the mass worker protest movement that emerged. Such a movement is dangerous to the Ukrainian oligarchy at large. Here, in the face of a mass labour movement, the ruling class is consolidaring; only mass organized labour can destroy Ukraine’s model of oligarchic capitalism. That is why it is not the conflict between Ukrainian oligarchs that is important for us in our analysis, but the level of organisation and the activities of the democratic labour movement, embraced by independent trade unions across Ukraine.

Krivoy Rog is the birthplace of the current President of Ukraine, Volodymyr Zelensky, who received record support from voters in the presidential and parliamentary elections in his hometown. The miners of Krivoy Rog had reason to count on Zelenskyi’s support for their demands. However, both Zelensky and the President’s office distanced themselves from the miners. And, at meetings between the striking miners and members of parliament from Zelensky’s Servant of the People party, the miners were asked to express their distrust of their trade union leaders, who had initiated the strike.

Moreover, Ukrainian authorities did not take any steps to protect the striking miners from repression by the administration of the Krivoy Rog Iron Ore Plant. The administration of the KZhRK began posting personal data on the underground striking miners on social networks, and according to the information of the Ukrainian MP Mykhaylo Volynets, the apartment of one of the underground striking miners‘ apartment was burgled. “In fact, the head of the plant acted as a gunner for the ‘domushniki’ (burglars),” said Volynets.

“Workers who are underground feel inhuman physical and moral pressure… But there is an assumption that the president faces even more pressure from the oligarchs. I think that both owners are asking him not to interfere in the situation, because that would show that the protesters are right, and the situation will change significantly”, says Vitaliy Dudin, head of the legal department of the All-Ukrainian Independent Trade Union “Zakhyst Pratsi” (“Labour Protection”).

The situation is developing dynamically and every day brings news. But the fact that the Krivoy Rog miners strike has resonated around the world excites and encourages us. Every class struggle gives Ukraininan workers invaluable experience. Global workers’ solidarity is no longer an abstract ideal, but a very concrete reality for workers in Ukraine. Ukrainian workers thank their comrades all over the world for their unprecedented showing of support. There are still many battles ahead for true democracy and labour rights. Thes fights have been, are, and will be international.

Oleg Vernik is Chairman of the All-Ukrainian Independent Trade Union “Zakhyst Pratsi” (“Labour Protection”).

Ucrania: ¡detengamos la ofensiva del gobierno contra los derechos laborales de los ciudadanos!

Por Oleg Vernik, Vitali Dudin. Sindicato “Protección del Trabajo”

Este material se está escribiendo cuando en Ucrania acaba de estallar un gran escándalo. La presidenta de la Comisión parlamentaria de política social, Galina Tretyakova, autora del proyecto de la ley antisindical número 2681, ha declarado públicamente que en las pobres familias ucranianas que necesitan asistencia social del Estado nacen los niños de «escasa calidad». Además, ha dicho que le impresiona la experiencia de Singapur con su esterilización forzada de las madres que no pueden criar a sus hijos sin el apoyo del Estado.

En este contexto de tristes analogías con la eugenesia, seudociencia hitleriana, parece absolutamente esperado el ataque del partido presidencial «Siervo del Pueblo» contra los derechos sindicales y laborales de los ciudadanos ucranianos. Durante los últimos 15 años, las sucesivas autoridades burguesas de Ucrania van tratando de «modernizar» la legislación laboral de Ucrania y, en primer lugar, decretar la nulidad de las normas del Código del Trabajo que sigue en vigor desde 1971.  Por supuesto, el Código del Trabajo de 1971 ya se ha actualizado muchas veces y, paso a paso, ha ido perdiendo sus funciones de protección de los derechos laborales de los trabajadores.  Sin embargo, en este momento el Código sigue siendo nuestro puesto avanzado en la lucha contra la liberalización de las relaciones laborales en Ucrania exclusivamente a favor de la patronal.

¿Qué innovaciones antisindicales ofrece el Siervo del Pueblo en su proyecto de la ley No. 2681?

1. Se revocan los poderes de los comités sindicales (órganos sindicales electos) de exigirles a los propietarios de las empresas que rescindan el contrato de trabajo con el jefe de la empresa si éste infringe las leyes laborales;

2. Se introduce una restricción absolutamente insensata sobre la formación de más de dos sindicatos en una empresa. Actualmente, muchas empresas importantes de Ucrania pueden tener incluso más de 10 organizaciones sindicales diferentes. Es decir, los patrones crearán 2 sindicatos «amarillos», mientras que otros sindicatos combativos ya no podrán organizarse en la empresa;

3. Los comités sindicales pierden su derecho a coordinar la aplicación de sanciones disciplinarias (amonestaciones) a los miembros de los comités sindicales;

4. El despido de los miembros de los comités sindicales se efectuará sin acuerdo del organismo superior del sindicato;

5. Ahora, para crear una organización primaria del sindicato, serán necesarios al menos diez miembros, y no tres como hoy.  Esto resultará en que será imposible fundar sindicatos en pequeñas empresas y en subdivisiones autónomas de las empresas.

6. Los sindicatos ya no podrán controlar las actividades de los comedores, residencias, jardines de infancia y otras instalaciones sociales pertenecientes a la empresa;

7. Los sindicatos no podrán exigirles a los empleadores que presenten documentos sobre las condiciones laborales de los trabajadores;

8. Los sindicatos no podrán controlar la nómina y las cuentas de seguro social del Estado;

9. Cesan las deducciones obligatorias de las empresas a las organizaciones sindicales primarias para la organización de actividades culturales, deportivas y recreativas;

10. Se elimina la prohibición a los jefes de despedir a los ex miembros de comités sindicales durante 1 año.

11. El empleador no paga a los miembros de los comités sindicales por 6 días al año que se les asignan para su capacitación sindical.

No están enumeradas todas las innovaciones antilaborales del proyecto de la delictiva ley número 2681 promovida por el grupo parlamentario del partido presidencial «Siervo del Pueblo». Hoy, los derechos sindicales son sometidos a una constante presión. Debido a los casos impertinentes de inobservancia de las garantías e incluso de la persecución de los sindicatos, Ucrania, junto con Bielorrusia, ocupan los puestos más bajos en Europa en el ránking del Índice Global de Derechos de la Confederación Sindical Internacional (ITUC Global Rights Index – 2019).  Una oleada de reformas neoliberales del gobierno de Zelensky le ahoga a Ucrania. Sin embargo, cada día se está fortaleciendo la resistencia a esta ofensiva contra las masas populares. Tanto la postsoviética Federación Sindical de Ucrania como los nuevos sindicatos independientes se han unido para contrarrestar los planes del gobierno.  La Confederación Sindical Internacional (CSI) y su líder Sharan Burrow han declarado claramente a todo el mundo: «Cualquier promoción sucesiva del proyecto de la ley No. 2681 sin una real y significativa participación de los sindicatos, así como su inconsistencia con las normas laborales internacionales y la Constitución de Ucrania, socavará la reputación de Ucrania como un confiable socio comercial e internacional».

Los trabajadores y los sindicatos tienen por delante las batallas decisivas por la preservación de los derechos laborales de los trabajadores ucranianos. ¡De la unidad nace nuestra fuerza!